
Aparentemente estaba dormida o entrando en un mundo paralelo, el cual estaba en otra estación de la que yo había estado la noche que me dormí. Considere la opción de que mi cuerpo no concordara con mi cabeza y que un hospital pudiera haber sido la pocilga en la cual habite durante meses en un extraño estado en que no reaccionas, uno que conocía, una forma perspectiva de vivir. En coma. Respondí mi propio cuestionario de preguntas, dormida no estaba porque lograba ver mi cara, y mis pies. Que según mi mas grande sabio, google, decía que eso era imposible en un estado de delirio. Y tampoco estuve en coma ya que sentía mi cuerpo y cabeza perfectamente, reaccionaba bastante rápido y podía concentrarme a la perfección, pero no sentía el mismo frío que solía tener el atardecer anterior. Apresuradamente me quite la manta de encima y sentí un extraño calor, logre ver por la ventana que el jazmín de mi vecino estaba mas crecido que nunca y había florecido las mas hermosas flores que pude ver durante toda mi vida. Recorrí mi casa, pero no había nadie, estaba sola. Me pareció raro que mi perro tampoco estuviera, pero como tenia el cabello largo se me ocurrió la idea de que tenia que estar en la veterinaria. Sin importancia, me serví algo de tomar, cocine unas hamburguesas y me puse a ver la televiso. Era raro, mis series terminaron, la fecha era distinta. Me acosté el 22 de junio del 2010 y desperté el 22 de septiembre del mismo año. Busque mi teléfono con desaparición, pero como de costumbre comía en la cama y las sabanas eran tantas por el frió que solía tener que enrede mi tobillo con ansiedad. Sin importar seguía moviendo me quería salir de mi cuarto, salir corriendo. La comida callo al piso, la televisón se apago, el control se rompió y no lograba encontrar mi celular. Pero si estaba segura de algo. Quería salir de esa casa, pero no iba a irme sin antes sacar lo que era mas importante para mi en ese momento. Una fotografía. No era la mas hermosa que solía tener, pero dos de las personas mas especiales estaban en ella y quería llevármela conmigo antes de partir. Ellas me ayudarian y me tranquilizarian. No la encontré. Solamente no lo hice. No se hallaba donde antes lo hacía. La foto desapareció. El teléfono sonó, corrí a atenderlo. Y conteste: - Hola ! pero no tuve respuesta alguna. Llamaron varias veces pero siempre era lo mismo, mi destinatario no lo hacia en chiste, pero sus miedos lograban paralizarlo y shockear sus instintos para así no poder reaccionar. Tocaron el timbre, no me anime a mirar por el diminuto agujero dorado que se encuentra bajo la ventanilla de la entrada. Pero escuche como se abría la reja, lentamente. No entendía porque mi mama o hermano serian tan estúpidos para sonar el timbre si después iban a abrir con sus llaves. Llegaba el momento, en el cual conocería las respuestas... porque lo hacían pausadamente, el motivo por el cual no era esa la fecha en la que solía estar, la razón de los llamados, donde estaba mi móvil o lo mas importante. ¿Qué paso con la fotografía? Mi hermano es el mas alto de la familia, se lo puede ver desde la ventanilla al entrar por la puerta y si, note su gran hermoso cabello ondulado negro y sus ojos caídos intentando abrirla, estaba afeitado y usaba un traje o aunque sea corbata que es lo único que pude notar. Se abrió la puerta y el se encontraba dado vuelta ya que por cuestiones de seguridad cierra la puerta con llave. Yo personalmente, no tengo pijama entonces uso mi antiguo pantalón del colegio y una musculosa blanca para dormir.Con el pello marrón oscuro recogido y la cara con maquillaje corrido, había salido la noche anterior. Si, usaba un traje y se veía desconcertado, traía una bolsa en la mano, pasó por el quiosco y compro chocolates, era lo más lógico. Al voltearse soltó la bolsa con tanta lentitud que hasta me imaginaba en una de las películas de acción donde se puede notar con claridad detalle por detalle. Sus grandes y brillantes faroles verdes me miraron con sorpresa y su rostro se volvió tan pálido como nunca. Dio un paso atrás y para romper las cadenas del silencio pronuncie: - No entiendo nada ! ¿Donde estoy? ¿Cuanto tiempo paso? te pasa algo, ¿no?
No bastaron mis palabras entonces dije: - ¿Donde esta mi foto?
Fue suficiente... para que corriera a abrazarme tanto que sentí que iba a vomitar lo poco que almorze. Mis instintos fallaron aunque no del todo. No estuve en un hospital, estuve en casa. No estaba dormida, estaba en coma. La fotografía estaba en mi mesa de noche, en un porta retrato, la ignorancia me evito notarlo. Si pasaron un par de meses y si, una semana después iban a desconectarme. El dolor que le provocaba a mi mama y hermano no era capaz de ser soportado por ningún ser humano, entendí su posición y no experimente furia con ellos por querer terminar con mi vida, sentí culpa por hacerlos sufrir. Los amaba, de verdad lo hacía y quería lo mejor para ellos. La recuperación fue tan rápida como mi caída dentro de una bolsa negra, desperté tan veloz como me dormí. Y aprendí una cosa de mi inigualable experiencia, cuando comienza el dolor no es tan malo, porque cada vez esta mas cerca de terminar.
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